Como vimos en la primera parte de este post, las empresas deben adoptar medidas de seguridad que ayuden a frenar la propagación del virus y ganarse la confianza de sus empleados ante la vuelta a las oficinas. Instaurar políticas que den ejemplo y fomenten la responsabilidad individual para reforzar el compromiso con la salud colectiva. Pero además, hay otras medidas indispensables a tener en cuenta:
Sistemas de ventilación y calidad del aire
La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que el virus de la COVID-19 se propaga de una persona a otra a través de pequeñas partículas líquidas expulsadas por una persona infectada por la boca o la nariz al toser, estornudar, hablar, cantar o respirar. Estas partículas tienen diferentes tamaños, desde las más grandes, llamadas gotículas respiratorias, hasta las más pequeñas conocidas como aerosoles.
Con estos datos concluidos tras numerosos estudios, queda claro que los sistemas de ventilación son de vital importancia en la confección de un espacio de trabajo seguro. De hecho, la calidad del aire es uno de los temas que más preocupa a los empleados de cara al invierno, donde la opción de mantener las ventanas abiertas es inviable.
Poner el foco en los sistemas de ventilación ayudará a mitigar la transmisión, no sólo de la COVID-19, también de la gripe, resfriados, alergias estacionales, sarampión o varicela entre otras afecciones.
Otros de los aspectos a atender serán el de la temperatura, la humedad y los flujos de aire. Las compañías deberán revisar de la mano de profesionales si sus equipos cumplen con los requisitos necesarios en el escenario actual. De no ser así, es buen momento para conocer e invertir en sistemas de ventilación y climatización HVAC ((heating, ventilation and air conditioning).
Tanto si la ventilación es óptima como si no lo es, el control de aforo y el distanciamiento social es importante. Cuanto más grande sea el espacio y menor número de personas se encuentren en él, los aerosoles y gotículas respiratorias tendrán más complicado pasar de persona a persona y por el contrario caerán al suelo.
Afortunadamente la innovación juega en nuestro favor y los investigadores no cesan en la búsqueda de otras soluciones para evitar la propagación del virus. Entre ellas se encuentran los filtros de alta eficiencia conocidos como HEPA (High Efficiency Particulate Air) que suelen estar compuestos por una malla de fibras de vidrio muy finas dispuestas al azar y que retienen las partículas volátiles y los compuestos contaminantes.
Otra de las soluciones que se conocen hasta la fecha tiene un conocido brillo púrpura que permite desinfectar superficies con una eficacia de 99.99% en un cortísimo periodo de tiempo que comprende entre 45 y 120 segundos.Hablamos de los populares rayos ultravioleta. Varios equipos de investigación están trabajando en pequeños prototipos basados en esta tecnología de irradiación germicida. Su diseño se asemeja bastante al de un microondas o pequeño horno y serviría para desinfectar pequeños objetos de uso cotidiano como mascarillas, llaves, carteras, guantes…
Limpieza y desinfección de las instalaciones
Ya nos hemos acostumbrado a que los dispensadores de gel hidroalcohólico y los felpudos o alfombrillas desinfectantes nos den la bienvenida al llegar a cualquier empresa o establecimiento.
A la hora de planificar cómo será el protocolo de limpieza y desinfección es importante tener en cuenta los espacios de trabajo que se van a utilizar, cuántas personas van a hacer uso de ellos y con qué frecuencia será necesario limpiarlos. Tras este análisis se detectarán zonas y elementos de uso múltiple y alto contacto que suponen un mayor riesgo. Esto va desde los pomos de las puertas, los interruptores, las mesas de reuniones o los reposabrazos de las sillas, hasta los dispositivos para hacer videollamadas o los mandos para manejar proyectores. Otro tipo de objetos como teléfonos, teclados o ratones deberán ser unipersonales para minimizar riesgos si uno de los empleados enferma.
Una limpieza frecuente hará que los empleados se sientan más cómodos y mantengan hábitos higiénicos. Esto cobrará especial importancia si aparece un caso positivo.
¡Pero cuidado! la comunidad científica ya están alertando sobre lo que se conoce como “teatro de la higiene” y la limpieza excesiva. Utilizar en exceso desinfectantes y productos antimicrobianos puede provocar superbacterias que generen problemas de salud y afecten al medioambiente.
Diseño, pragmatismo y ergonomía
El diseño de oficinas siempre ha sido un aspecto importante, y en los últimos años incluso decisivo, para atraer el talento y retener a los empleados. Las empresas que necesiten modificar sus espacios de trabajo deberán tener en cuenta tres puntos:
– El aforo: pensar qué salas necesitan ser replanteadas por el uso que se les va a dar y el número de personas que lo harán.
– La distribución: es probable que haya espacios donde el mobiliario deba cambiar su posición para favorecer la distancia entre personas e incluso no suponer un obstáculo en la circulación del aire y la ventilación.
– La partición: en lugares donde el distanciamiento no sea posible una buena idea es instalar barreras que contengan las exhalaciones de los empleados.
Uno de los puntos a favor de volver a la oficina es recuperar la interacción entre compañeros. Volver a socializar y recuperar vínculos con colegas que el teletrabajo ha debilitado. Los espacios destinados a reuniones o proyectos en equipo cobran especial relevancia y por tanto deberán ser diseñados teniendo en cuenta las medidas de seguridad necesarias para evitar la propagación del virus. Lo ideal será elegir áreas flexibles donde exista una buena ventilación para permitir el flujo de aire dependiendo del número de personas que se encuentren dentro. Además, existen elementos como mamparas y paneles que permiten adaptar los espacios creando barreras divisorias cuando el distanciamiento sea necesario como método de protección.
El objetivo es impedir que las personas se encuentren frente a frente y se sienten cara a cara y para evitarlo se coloquen en diagonal o ángulos rectos y separados.
Otro punto a tener en cuenta es que el diseño de una estrategia anti COVID-19 en la oficina no puede ir en contra de la ergonomía. Si una medida adoptada resulta antiergonómica no es una buena medida y habrá que plantear nuevas soluciones.
Gadgets y tecnología
Que la vuelta a la oficina sea lo más agradable posible algunas empresas están utilizando curiosos dispositivos que pueden ayudar al distanciamiento social y a mejorar las comunicaciones. Una empresa británica especializada en robótica ha creado un gadget, con la misma apariencia que un colgante de identificación, para que los empleados se lo cuelguen al cuello. Cuando dos trabajadores se acercan demasiado se envía una notificación a sus dispositivos para que se alejen. Las empresas que lo están utilizando lo definen como un semáforo que regula el tránsito entre personas, especialmente en lugares de mucho movimiento como comedores o almacenes.
Más popular es el método de realizar una PCR o prueba de antígenos a los empleados antes de que regresen a sus puestos de trabajo e instalar cámaras de detección de calor en las entradas y accesos a las oficinas para identificar personas que puedan tener fiebre.
Lo que está claro es que la prevención y la seguridad es esencial para que los empleados vuelvan tranquilos a la oficina y su rendimiento siga siendo óptimo. Definir y comunicar las políticas que la empresa va a llevar a cabo ayudará a contar con su compromiso, crear una oficina cómoda para todos y preparada para adaptarse ante los nuevos cambios.