Anualmente, el absentismo laboral supone un coste importante tanto para la empresas, como para las arcas del estado. En 2017 el gasto en bajas laborales en España fue de cerca de 8.000 millones de los cuales 1.200 tenían que ver con problemas de ergonomía.
Hoy en día, los responsables de seguridad de las empresas hacen lo posible para eliminar todos los riesgos de accidentes en el lugar de trabajo, minimizando el potencial de caídas y otros percances. Sin embargo, existen también otros costes menos obvios incurridos por trastornos músculo esqueléticos. Estas dolencias y las consecuentes bajas están causando un impacto significativo y muchos trabajadores no son conscientes de ello.
Para muchos trabajadores los dolores en los hombros, muñecas, cuello, espalda y codos pueden parecer “parte del trabajo” hasta que la creciente gravedad de estas condiciones conlleva a una baja laboral.
El sedentarismo durante la jornada laboral es un problema importante que incluso los trabajadores reconocen y que resulta en una mayor necesidad de descanso tras largas jornadas sin movimiento. Además, el 60% de los trabajadores piensa que su productividad se reduce al encontrarse incómodo en su puesto de trabajo.
Cómo reducir el absentismo laboral mejorando la ergonomía
Lo primero es detectar el problema a tiempo antes de que se convierta en un trastorno crónico y derive en una baja laboral. De esta forma se pueden evitamos caras consecuencias para el negocio, así como dolorosas consecuencias para el empleado.
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Estas son algunas de las señales de alerta:
- Empleados que se frotan o sujetan la espalda, o que cuando se levantan de sus sillas se quejan, o les cuesta esfuerzo.
- Empleados que dejan de trabajar para masajear o agitar sus muñecas.
- Empleados se frotan el cuello o los hombros con frecuencia.
- El llamado “cuello de buitre”: la cabeza y el cuello caídos hacia adelante debido a la altura inadecuada del monitor del ordenador.
Una vez detectado el problema existen soluciones que se pueden implantar en el entorno laboral.
- Los respaldos ergonómicos de las sillas de oficina están diseñados específicamente para su uso con sillas de escritorio y proporcionan el apoyo adicional a la zona lumbar, minimizando la tensión en la espalda.
- Los soportes para las muñecas colocan las manos correctamente y protegen las muñecas para evitar la tensión de movimientos repetitivos como el uso del ratón.
- Las bandejas ergonómicas de teclado colocan los brazos y las muñecas en el ángulo y la distancia adecuados para evitar la tensión de las acciones repetitivas de la escritura diaria.
- Los elevadores de monitor suben la pantalla del ordenador a la altura adecuada para evitar el “cuello de buitre”. El cuello de buitre puede resultar con el tiempo en un dolor crónico en el cuello y los hombros.
La clave para reducir el absentismo laboral, así como las bajas por enfermedad en un 20% mediante la ergonomía es adoptar un enfoque holístico observando a los empleados y adaptando a ellos el entorno, el diseño del puesto de trabajo, los muebles y equipos. De esta forma los empleados optimizar sus movimientos al tiempo que se reduce el estrés y el riesgo de trastornos musculoesqueléticos.