En las últimas décadas los espacios de trabajo han cambiado drásticamente, en particular para las empresas de medios de comunicación, marketing y tecnología.
Desde principios del 2000, las oficinas son para algunas empresas como una expresión de sus identidades. Y quizás por eso, las empresas de tecnología instalaron toboganes para cambiar de planta y espacios de descanso muy creativos y llenos de color para estimular nuevas ideas.
Sin embargo según cambian los espacios de trabajo cambian también las actitudes culturales que se centran más en temas como el equilibrio entre trabajo y vida privada, la inclusión, el bienestar y la sostenibilidad, por eso el enfoque del diseño del lugar de trabajo también está evolucionando rápidamente en esa dirección.
Muchas empresas se centran ahora menos en los mensajes que trasmiten sus oficinas y más en el tipo de entornos prácticos que pueden ofrecer a sus trabajadores digitales. Y, por supuesto, la continua aceleración del cambio tecnológico está impulsando estos cambios más rápidamente que nunca.
Adaptabilidad y flexibilidad
Para sacar el mayor rendimiento a estos trabajadores digitales, los expertos dicen que el diseño progresivo del lugar de trabajo se centra ahora directamente en la adaptabilidad.
Las empresas que tienen el privilegio de diseñar sus propios espacios de oficina ya no lo hacen por las necesidades que tienen hoy en día, sino que intentan crear espacios que estén listos para adaptarse a tecnologías, funciones de trabajo y modelos de negocio que pueden no existir todavía.
Diseñar para el cambio. El mundo del trabajo está cambiando, la gente está cambiando, los clientes están cambiando, los clientes de nuestros clientes están cambiando.
Ahora más que nunca los propios trabajadores también desean más flexibilidad. Dicen que trabajan mejor cuando tienen a su disposición una variedad de espacios. Pero no hay una talla única que sirva para todos.
Sin embargo, para las empresas, la flexibilidad es algo más que la disposición flexible de los escritorios, las áreas de descanso y los espacios de colaboración. Más bien, se trata de crear espacios que no sólo puedan servir para múltiples propósitos, sino que puedan ser fácilmente reconfigurados. A un nivel práctico eso significa a menudo cambios simples como menos paneles de yeso, y más muebles no fijos que pueden ser fácilmente reordenados.
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Medición y análisis
Conceptos como la flexibilidad y la adaptabilidad no tienen sentido sin la comprensión de cómo se están utilizando los espacios y cómo pueden ser mejor optimizados. Y, por supuesto, los inversores, los consejos de administración y los accionistas piden cada vez más datos para respaldar las decisiones de gasto.
Como resultado, las definiciones de la utilización de los lugares de trabajo evolucionan, así como los métodos a través de los cuales se rastrean. Los sensores y otras tecnologías de construcción inteligente se utilizan ahora a menudo para medir cómo se utilizan los edificios y espacios, y todo, desde el movimiento hasta el aumento de la temperatura, es a menudo objeto de seguimiento.
Se están concentrando esfuerzos más sobre la eficacia y menos sobre la eficiencia. No se trata de la densidad, sino de sí un espacio funciona para realizar en él una determinada tarea. Si el resultado de ese espacio puede ser cuantificado y es muy alto, entonces ese espacio es realmente efectivo.