Un empleado feliz es un empleado que trabaja más y mejor. Hablamos de un incremento del rendimiento de más del 65%. Entonces ¿Cómo hacer feliz a tus empleados? Son muchos los factores que influyen en su satisfacción, pero el entorno de trabajo, sin duda, juega un papel importante.
Un trabajador típico pasa gran parte de su tiempo dentro de un espacio cerrado (la oficina), donde el entorno físico influye en su bienestar e influye directamente en su rendimiento y productividad laboral.
Las condiciones de temperatura, calidad del aire, iluminación y ruido en la oficina afectan la concentración y productividad en el trabajo. Infinidad de estudios han demostrado sistemáticamente que las características del entorno físico de la oficina tienen un impacto negativo en el medio ambiente, comportamiento, percepciones y productividad de los empleados.
Calidad del aire
Por lo general las oficinas modernas están climatizadas, esto implica que las puertas y ventanas están todo el tiempo selladas herméticamente. Esto evita que el aire circule en la habitación, permitiendo que se acumulen partículas, así como contaminantes dañinos del aire. Sobre todo en entornos urbanos.
Es importante tener en cuenta que el tipo de trabajo que realiza un empleado repercute en la medida en que la calidad del aire interior afecta a su productividad. Si los trabajadores se mueven mucho, como en una fábrica tradicional, están usando más energía y consumiendo bastante más aire.
Por el contrario, una persona sentada en una mesa frente a su ordenador consume mucha menos energía y, por lo tanto, consume mucho menos aire. Por eso cuanto menos aire consume un empleado está expuesto a menos contaminantes.
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Adaptar la iluminación en toda la oficina
Por supuesto, la luz natural es lo mejor pero no siempre es posible. Los expertos han descubierto que trabajar bajo bombillas “enriquecidas con azul” aumenta el rendimiento laboral al fomentar la agudeza mental, la vitalidad y el estado de alerta a la par que reduce la fatiga y la somnolencia durante el día.
Otro beneficio de la luz azul es la reducción de la melatonina, que crean glándulas facilitandonos el sueño. Al haber un nivel más bajo de melatonina el personal se mantiene más alerta de la misma manera que con el café.
Por otro lado, teniendo en cuenta que los tonos más cálidos tienden a crear una sensación de confort, emplea este tipo de iluminación en entornos más íntimos en los que desee que los trabajadores se sientan tranquilos y relajados, tal vez en una sala de reuniones en la que desees transmitir una sensación de confianza.
Temperatura
Posiblemente uno de los elementos más frustrantes del trabajo en oficinas es aceptar que no siempre puedes controlar la temperatura y ajustarla a tu gusto. Pero, ¿qué efecto tiene eso en los niveles de productividad?
Según los estudios realizados cuando la temperatura es de 20 grados, los empleados cometen un 44 % más de errores y son la mitad de productivos que cuando estaban a 25 grados.
¿Por qué se pierde la atención? Pues porque cuando la temperatura de nuestro cuerpo baja, necesitamos usar más energía para mantenernos calientes, en lugar de utilizarla mejor a través de la concentración y la inspiración.
La temperatura ideal de la oficina para aumentar la productividad está entre 22 y 25 grados. Cualquier cosa por encima o por debajo de eso llevará a una disminución de la productividad.